En realidad no fue un encargo, fue un regalo, mi sobrina se hacia mayor, cumplía los 18 años... madre mía que rápido pasa el tiempo!!! Le prepararon una fiesta sorpresa, una fiesta medieval, vistieron toda su casa con telas, banderines, antorchas... hasta los asistentes nos vestimos para la ocasión!!!! Fue una fiesta preciosa y muy entrañable. Seríamos 50 invitados... todo un reto, yo estava acostumbrada a organizar fiestas de cumpleaños para mis hijas pero con el pastel no me atrevía... hasta entonces, después de ahí, el pastel ya es cosa mía!!!. Quería hacerle algo que fuera sencillo, sin recargamientos, a la vez que delicado, elegí dos de sus colores preferidos y las flores como adorno, un par de cintas de vichy y... voilá!!!!. Los 3 bizcochos tenían rellenos diferentes: ganaché de chocolate negro, blanco y de dulce de leche. Fue todo un éxito entre los asistentes, pero lo más importante y con lo que me quedo es que a ella le encantó!!!
